miércoles, 15 de octubre de 2008

True Blood. Llega sangre nueva



Cuando oí por primera vez la noticia de que Alan Ball iba a hacer una serie sobre vampiros me asaltaron muchisimas dudas.Para empezar los vampiros son un tema demasiado recurrente desde hace mucho tiempo, y hacer algo nuevo en ese terreno no es nada fácil. Claro, que luego me di cuenta de que este señor era el creador de la mejor serie dramática de todos los tiempos, A dos metros bajo tierra. Lo que siguió a eso fueron unas ganas locas de saber que haría este genio de la pequeña pantalla con semejante tema entre las manos. La respuesta se filtro (sospechosamente igual que Fringe) a internet poco antes del verano, donde se podía encontrar el episodio piloto con bastante facilidad.

Bien, pues he esperado para poder ver mas de un episodio seguido, para hacerme mejor una idea, y el resultado no puede ser mas prometedor.

True Blood tiene la inimitable marca de Alan Ball, hay realidad por todas partes, esta vez en la calurosa Nueva Orleans en un pueblecito llamado Bon Temps por donde desfilan un montón de personajes de una intensidad y un interés impresionante.

Todos los que hayan visto alguna vez A dos metros bajo tierra podrán imaginarse el ritmo de la serie, donde por supuesto los personajes y sus diálogos están por encima de cualquier ritmo frenético sin que la trama pierda ni una pizca de interés.

Así que todas mis dudas han quedado despejadas tras ver 3 episodios (en versión original) de esta serie de la que espero grandes cosas. Vampiros,normalidad,sexo,decadencia y originalidad es lo que yo he visto en la serie que es la gran esperanza de la próxima temporada y de los que añoramos a la familia Fisher.

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